Federico Lagomarsino
NUEVO ENTREVERO
El 25 de Junio de 2019, el periodista Jaime Clara realizaba una entrevista al alcalde del Municipio B, Carlos Varela, en el programa que comparten con Sergio Puglia, al Pan Pan, sobre un enorme cartel ubicado en la avenida 18 de Julio que anunciaba ‘’el emprendimiento edilicio que cambiará por completo la Plaza del Entrevero y el Skyline de Montevideo’’. Esta obra tendría más de 50.000 m2, una nueva plaza, salas de cine, centro de exposiciones, unidades de 1 y 2 dormitorios, espacio gastronómico, locales comerciales, salas deportivas, oficinas, cowork, y un hotel, resultando en la infraestructura edilicia de mayor altura en el Uruguay. El alcalde pudo dar tranquilidad a los oyentes y aclarar que se trataba de un proyecto laboratorio, que no se construiría y que lo que se pretendía era realizar una provocación y ejercitar la reflexión sobre la posibilidad y dificultades de pensar nuevos íconos edilicios en el Uruguay. Al final de la nota, el periodista sugiere igualmente incluir un cartel de advertencia para prevenir sobre la naturaleza de la obra.
Es un hecho que los grandes hitos edilicios, dan forma a la imagen de una sociedad y que a través de estos íconos se construyen parte de sus narraciones colectivas. Nuevo Entrevero, es un dispositivo de provocación y ensayo sobre las formas de construcción de estas imágenes, sobre las formas de comunicación y sobre la amenaza del cambio en las maneras de pensar ciudad. La obra se instala como dos entidades, un díptico, con un hecho material y otro digital, un gran cartel y una página web.
La Plaza del Entrevero se encuentra ubicada sobre 18 de Julio, la principal avenida Montevideo, es la única plaza construida en el siglo XX sobre este eje histórico, y es característica por absorber en su diseño a la avenida Libertador, construyendo una perspectiva que observa hacia el Palacio Legislativo y propone el contrapunto con su grupo escultórico El Entrevero, realizado por el escultor uruguayo José Belloni, que utilizando bronces y una composición clásica expone una escena de combate entre gauchos, negros e indios en vez de grandes líderes y otras enunciaciones estoicas. Es en este enclave que se instala el gran cartel, una estructura de andamios de 5x5 metros de frente, que amarrada a la librería existente sostiene una lona con la imagen del futuro de la plaza, un edificio apoyado en cuatro torres, que emerge por sobre la plaza por encima de los edificios vecinos hasta formar una gran base horizontal de varios niveles, con una gran terraza habitable, para continuar luego sumando niveles con una única torre unificada, muy por arriba de cualquier edificio pensando para el Uruguay. Varios han sugerido que su imagen remite a una gran silla.
Al aproximarse al cartel, los vecinos y peatones podían leer e informarse sobre los distintos programas y encontrar también la dirección web www.nuevoentrevero.com que completaba el dispositivo y proponía un comportamiento de naturaleza totalmente diferente. La existencia de un web resultaría en una intensa viralización de los contenidos a través de las redes sociales y medios de prensa, con un alcance exponencialmente mayor comparado con los menos visitantes captados por el cartel. Esta doble condición material y virtual, habilitaba una lógica de corroboración, un equipo de elementos que construían una doble verificación del relato. Sucedía que el público que se encontraba con el cartel, parecía despejar sus sospechas al verificar la existencia de una interfaz digital y por otro lado, quienes se enteraban de la propuesta a través de redes sociales parecían darle validez al confirmar la existencia de un hecho físico.
A pesar este sistema dual de verificación, el proyecto exponía ciertos componentes que podrían considerase absurdos desde lo arquitectónico y urbano y que interpelaban el sentido común. Esta exploración entre lo posible, lo futuro, lo paródico, lo utópico, lo distópico, lo inevitable, lo deseado o lo aborrecido eran algunas de las provocaciones de la imagen, que a pesar de su ficcionalidad no la hacía menos real y podía ser tan cierta como cualquier promesa edilicia.
El mapeo de opiniones y manifestaciones durante la vida de la obra, resultaría en un gran inventario de capturas de pantalla, intercambios en redes sociales y registro fotográfico en sitio. Opiniones a favor, en contra, indignación y también silencios, visitantes haciendo selfies, ataques contra los posibles técnicos, arquitectos y figuras del gobierno en campaña presidencial, así como también aplausos desde quienes reconocían en la propuesta una osadía necesaria para la ciudad. Una de las notas de prensa del diario El País, del día tres de julio 2019, generó largos conversatorios en redes sociales, con la particularidad que en su titular se anunciaba la construcción de la obra mientras que en el desarrollo de la nota se revelaba el misterio. Esta doble condición, provocaba conversaciones descompuestas entre quienes leían la nota completa y quienes replicaban únicamente el titular, de tal forma que en la misma conversación existían dos versiones sobre la misma situación y la desesperación y fracaso de los lectores más aplicados por interrumpir la desinformación y su diseminación.
Luego de un mes de duración, el domingo 7 de julio, durante la final de la Copa América, se desmonta el cartel de la plaza y al mismo tiempo se desactiva la web.
(Texto publicación Proyecto Casamario reside en Centro de Exposiciones SUBTE)
Proyecto comisionado Centro de Exposiciones SUBTE - Casamario 2019
Proyecto
Federico Lagomarsino
Sebastián Alonso
Realización
Federico Lagomarsino
Visualización
Guillermo del Puerto
Federico Lagomarsino